Artículo: México desde el exterior - Mundo
México desde China
Estas últimas semanas, han sido muy enriquecedoras para mí, he conocido gente del extranjero y distintas maneras de ver una misma situación o problema, incluso el mundo. No sólo de una manera latinoamericana, sino también asiática. Estas 4 semanas han producido una amistad entre una persona conocida universalmente como Rachel (su nombre real no lo escribo porque no quiero escribirlo mal) y yo. Rachel tiene 20 años y es de la parte sudeste de China, cerca de Shanghái. Y esta fue su primer viaje fuera de su país.
Todos creemos algo antes de llegar al punto de destino, nos creamos expectativas dentro de la cabeza. No sabemos si son reales o no, sólo las creamos. Pues Rachel, no. No quería emocionarse, ni decepcionarse antes de tiempo. Es más, se negó a ver fotos de México. Quería verlo, experimentarlo con sus propios ojos y sus propios pies puestos en el país.
Aunque claro, no sólo el viajero es el que se crea las expectativas, también la gente alrededor de él. A Rachel así le pasó. Ella, al principio iba a hacer sus prácticas en Europa pero la gente le pareció demasiado seria durante su entrevista así que decidió intentar para un campamento en México. Sus padres se preocuparon, pues creían que México era un país muy inseguro (aunque de esos hay donde sea).
La primera impresión es lo que cuenta, y creo que esta vez sí dimos una de las buenas: El color de las casas. Esa fue su primera impresión, estaba maravillada por los colores de los edificios y las casas. En eso sí que somos creativos, que si amarillo, naranja, rojo, azul, rosa, siempre será un color lleno de vida, casi parecía arte. Una espléndida pieza de arte.
¿Y qué hay de la gente? Es de conocimiento general que muchos mexicanos son impuntuales y que la mayoría de los que conducen, conducen como alma que lleva el diablo (Ojo, no todos). Una diferencia que ella si vio muy notoria fue en cuanto a la religión, ya que dice que los chinos no tienen religión o parecen no tener la devoción religiosa que tienen muchos mexicanos. Y al conocerlos, Rachel supo que todos son humanos al fin y al cabo, un poco más apasionados de lo que ella estaría acostumbrada, pero humanos. Por lo cual no es difícil comunicarse y llevarse bien con otros.
Uno de sus objetivos era aprender un poco de nuestra cultura y su historia. “Aunque no sólo verla sino sentirla. Tocar la cultura mexicana.” Y lo ha logrado, desde aprender sobre nuestros antepasados a los albures y modismos que caracterizan el vocabulario que muchos utilizan hoy en día.
Y por supuesto, tenemos el tema de la comida. Para ella, todo esto es diferente y nuevo. Es extraño pero rico. No es la comida que ella come en casa y le gusta.
Me ha contado que le encantaría regresar a México para verlo con nuevos ojos, volver a ver lo que vio y ver lo que no. Saber más de México. Ese es su objetivo. ¿Qué les parece? ¿Querrían tener un objetivo así? ¿Conocer más de México? ¿Por qué no la perspectiva de un centroamericano? Piénsenlo.
Cambio y fuera.