Artículo: México al exterior (Parte I) - Mundo
Hey, ¿qué tal?
Vengo a hablar de un tema interesante. Resulta que, yo estaba en el colegio en clase y los directivos decidieron ir a promocionar el curso de verano que habían organizado. Esto para empezar, era una novedad. El colegio nunca había hecho un curso de verano, mucho menos colaborando con una ONG. Bueno, hay una primera vez para todo, ¿no? En el folleto, nos prometían instructores extranjeros, clases de ecología y nos prometían fomentar nuestro pensamiento innovador. Me inscribí.
La primera semana llegaron tres instructores: un boliviano, un guatemalteco y una china, venían a hacer prácticas sociales.
Decidí preguntarle a Fabricio (Sí, han adivinado, el que viene de Bolivia) lo que pensaba de México con el fin de poder escribir el artículo. Así que...
*Redoble de tambores*
México en los ojos de un boliviano
Empecé por la pregunta básica: ¿Qué pensabas de México antes de visitarlo? Creo que esa es la típica pregunta con la que todo el mundo empieza, no tengo la menor idea. Yo esperaba que dijera algo así como: “Pensaba que todos eran personas con bigote y sombrero, que dormían bajo el sol recargados en un nopal.” No, no es cierto; ya nadie tiene en cuenta ese estereotipo. La respuesta que recibí fue alucinante. Él pensaba en la gastronomía, los lugares turísticos y la historia que arrastra todo consigo y en lo llamativo que era todo eso.
Lo que cuenta en un principio son las primeras impresiones, y su primera impresión no va tan desencaminada de la cruda realidad. ¿Saben cuál fue? Que no había bancas suficientes para sentarse y eso es totalmente cierto, jaja. En realidad, Fabricio se dio cuenta al ver el aeropuerto desde fuera que era un lugar nuevo, y vaya que lo era.
En cuanto a la población mexicana, tenía una idea bastante equivocada al menos en las zonas a las que visitó. Descubrió que “los mexicanos son más amables, solidarios y agradables de lo que esperaba”, es decir, que esperaba unas personas secas, serias. Ese es un buen chiste.
La experiencia para cualquiera es distinta pero Fabricio tiene razón en algo: Un mes no es suficiente para conocer todo, es necesario volver. Y siempre se sigue aprendiendo algo nuevo de la historia, los modismos o las costumbres.
Así, queridos lectores, es como piensa un boliviano antes y después de estar en México. Espero que les haya gustado. En cuanto a los otros instructores, también darán su opinión más adelante.
Cambio y fuera.
-GiaW.