Artículo: La vieja sabiduría - Opinión
Esta entrada tiene dos puntos, pero ninguna de las dos tendría sentido si no explico cómo es que se me ocurrió, desde un principio, la historia:
Venía en el camión, en el cual sólo quedaban un par de asientos, y decidí sentarme junto a la chica linda, ojos claros, cabello castaño, pero obviamente no podría sacar platica ahí, “ligar”, siempre me consideré el más extrovertido de mis amigos, el más aventado, pero tampoco es para tanto, venía pensando en esto de lo difícil de ligar, sacar una conversación, cuando veo en los asientos preferenciales a 1 señor y 3 señoras, obvio ya de la tercera edad.
El hombre las saludó, y les sacó charla. Pensé: No es así de fácil, seguro ya las conocía de antes. Idea que se vino abajo cuando una de las señoras se despidió y los otros la despidieron lo que me hace pensar: Ellos llevan tantos años recorridos, tantas primaveras, tantas experiencias, recuerdos, vergüenzas, amores... Cargan tanto de su vida joven que ya no les importa cometer un error más, hablar a otros en el transporte público, revivir viejos sentimientos, ellos tienen tantos temas de conversación, tanto de que hablar.
Una de las cosas que me recordó este señor fue a ser atrevido, como dicen, vida sólo es una, ¿Por qué no sacar provecho?, vivir las propias experiencias, si por ejemplo, tu amiga te dice que le va mal en el amor y tú tienes miedo a tratar por lo que ella te platicó, créeme, no va a ser igual, cada quien es diferente, si tú quieres hacer un deporte, no sé, fútbol americano y tu mamá te dice: No hijo, el hijo de mi amiga del grupo de lectura practicaba eso y a un compañero suyo le pasó una contractura. ¡¿Qué tiene?! Será tú propia experiencia, tú propia contractura, y seguramente en unos años estarás sentado, en la sala, con tus nietos y les platiques de los mejores golpes que diste, o los mejores regates, goles, canastas, abre tu mundo para llegar a ser feliz, ábrete, léete, y compréndete para que otros hagan lo mismo.
Chicos espero lo lleguen a hacer algún día, hay tantos jóvenes que no conviven, platican, que no viven su juventud por el temor al “que dirán”, experimenten, la frase que les dejo es: “nunca pares, nunca te conformes hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor excelente”.
Y como dije antes el tema no termina aquí, viene lo feo, fuerte y formal.